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Dios quiere bendecirnos de esta manera porque nos eligió por amor antes de la creación del mundo para que fuéramos su pueblo santo sin falta ante él. Por el amor que tiene, Dios decidió adoptarnos como hijos suyos a través de Jesucristo. Eso era lo que él tenía planeado y le dio gusto hacerlo. Dios nos eligió para que así se le honre por su grandioso amor, que nos dio gratuitamente por medio de su Hijo amado.

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